Como relajar a mi perro es un asunto recurrido e importante plantearse debido a que nuestros perros sienten estímulos que muchas veces son imperceptibles para los sentidos humanos.
Muchas veces, hay sonidos, aromas y actitudes que tiene un efecto en nuestro perros que provoca que “se adelantan” a nosotros.
Por lo que la posibilidad de prevenir reacciones y actitudes es grande y puede arrojar muy buenos resultados.
Los animales en general tienen habilidades naturales que les permite demostrar algo concreto o llegar a resultados específicos ya sea por impulso o por una reacción inesperada.
Esto me hace recordar el caso del caballo Clever Hans quien en principios del siglo XX fue motivo de estudio debido a que realizaba cuentas matemáticas a lado de su responsable humano.
Hans fue excepcional, increíblemente inteligente leyendo las señales que su más cercano humano le mostraba; eso lo ponía en un estado de relajación o tensión, lo cual se detectaba por el movimiento de sus músculos.
En los perros concretamente, hay actitudes que evidencian, -como una simple advertencia- que pueden explicarse como un mecanismos de simple reacción-acción.
Sin embargo, existen otros que son más complejos, la audacia para transmitirlos depende también de la relación que mantiene con la persona más cercanas a él.
Ellos observan y “sienten” el estado anímico de quien los acompaña, si hay tensión en los músculos del cuerpo si el “humor” tiene cambios puede ser señales que ellos detectan con más facilidad de lo que imaginamos.
El perro tiende estar muy atento y reaccionar. Y emplea sus herramientas sensoriales en combinación con la atención que deposita en nosotros.
Cuando me auto observo y estoy consciente de estos estados de ánimo me permite ayudar a relajar a mi perro.
Cuando ellos no muestran atención o interés en nosotros, es posible que no perciban las diferencias sutiles en nuestro ritmo y nuestras posiciones corporales, tampoco en nuestro nivel de stress que para ellos son punzadas de información, como “bites”.
Esto les permite predecir y revelarnos frente a ellos.
Este es un primer paso para conocer de cerca la raíz y motivos de porque vemos perros alterados o stresados.
Primer paso: Obsérvate.
Segundo paso: Métodos más concretos como: terapias, masaje canino, caminatas y –obvio- comunicación a distancia con ellos.
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